Hace unos cuantos años, el ayuntamiento de mi ciudad, me
contrato para llevar a cabo en los centros sociales de barrios marginales
alguna actividad de ocio para los chicos que asistían por las tardes allí.
Perdida como estaba en aquel entonces, por mi poca experiencia con el mundo
educativo y con la falta tanto de apoyo material como del personal con el que
contaba, pensé que el teatro podría ser una actividad que motivara a esos
chicos y con la que yo me sentía bastante a gusto (de pequeña siempre
participaba en las actividades teatrales del colegio).
Este trabajo me costó
mucho pero como los resultados que observe fueron a nivel de habilidades
sociales muy satisfactorio, la idea de retomar el teatro años después con algo más
de experiencia y desde el ámbito de la psicopedagogía me parecía muy tentador y
positivo.
De ahí el resurgir de la idea del teatro como taller para mejorar las
habilidades sociales de un grupo de chicos sordos. Espero que al igual que mi
experiencia pasada los resultados sean buenos…¿continuamos nuestro día a día para ver si esto es posible?
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