Esta es la última entrada que hago en relación
al diario de prácticas en mi blog.
Se nota que también están finalizando los días
de cole y de instituto porque los ánimos y las fuerzas empiezan a decaer.
Pero a pesar de todo, todavía quedan ganas
para preparar junto Bárbara las jornadas
de fin curso. De esta manera los jóvenes en su taller se han ofrecido
voluntarios para llevar a cabo y colaborar en las actividades que clausuran el
curso escolar: de esta manera se hizo una lluvia de ideas y se seleccionó
algunas para darles formas: habría unos días para los más pequeños:
cuentacuentos, canciones, pintura, etc. y otros para los más mayores cine y
merienda en un burguer, y para culminar estos días se prepararía una jornada
con todos en el parque acuático de la ciudad.
Además de organizar estas actividades de fin
de curso, Bárbara ha tenido que atender:
-
La acogida de un adulto
de 34 años
que se está quedando sordo, y que se encuentra muy perdido ante esta situación,
reclamando ayuda e información de que puede hacer y que tratamientos puede
recibir.
-
Al proyecto fin de
carrera de una estudiante en magisterio, que solicita visitar la asociación y
recabar información diversa sobre este colectivo de discapacitados.
-
Preparar otra acogida
para la familia de una niña de tres años. Al respecto de esto mi tutora me
comenta que es raro que a estas alturas se den acogidas, que cuando más suele
tener es en septiembre.
Por último y puesto que esta semana no ha
habido talleres como tal, quería hacer una breve conclusión o reflexión de lo
que ha su puesto para mí las determinadas tareas llevadas por mi tutora:
Respecto
a las familias,
a lo largo de estos días, he visto como de manera diaria se sucedían las
demandas a Bárbara por uno u otro motivo. Y lo cierto es que Bárbara siempre
tiene la puerta de su despacho abierta y la mejor de sus sonrisas para todos.
Como ya dije en alguna ocasión, creo que a
veces se abusa del buen hacer de mi tutora, su juventud y sus ganas por sacar
el trabajo adelante hacen que sea una chica incombustible.
Y considero que lidiar con tanta gente no es fácil,
pero ella tiene esa habilidad para tratar con cualquiera y que además se vayan
satisfechos, tranquilos y confiados de que todo va a salir bien.
Sinceramente me quito el sombreo con mi
tutora, a pesar de que no tiene mucha experiencia he aprendido mucho más de lo
que pensaba.
Respecto
al apoyo educativo,
en relación a esta tarea al principio me chirriaba mucho que una psicopedagoga
dedicara su tiempo a estos menesteres, pero a medida que han pasado los días me
doy cuenta que el apoyo educativo es la excusa para enseñar al chico
habilidades cognitivas y de estudio que le permitirán en un futuro tener mayor autonomía
y mejor aprovechamiento de sus sesiones de estudio en casa.
Respecto
al taller de tiempo libre y ocio, decir que me ha encantado, porque abre las puertas al mundo, ofrece posibilidades
de actividades que de otra manera no las harían por timidez, por falta de
amigos, etc. creo que el grupo es compacto, bien ha venido y eso hace que todo
fluya de otra manera. Tanto me han enganchado estos chicos, que el proyecto que
me propongo para el practican II es con ellos. Bárbara congenia con ellos
genial, hay un trato de colegueo que hace que los chicos se expresen de manera más
natural y cercana, y esto mi tutora lo aprovecha para conocer las posibles
carencias o necesidad que pueden ir surgiendo
Y respecto
al taller de musicoterapia, es obvio como he ido exponiendo a lo largo de las semana
las ventajas o beneficios que tiene esta terapia en los más peques, creo que es
una actividad muy bien acogida por todos profesionales, padres y niños, está
claro que Bárbara no es experta en musicoterapia pero se empapa de muchos
recursos e ideas en la web y en libros que hace que la musicoterapia tengo un
hueco muy importante en la dinámica del centro.
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